Mi vida estresada

Me levanto cada mañana pidiéndole permiso a cada pierna para salir de mi cama.

Prendo la luz y el resplandor me molesta los ojos ¡chin! “Pinche luz como me arden los ojos”

Empiezo a buscar la ropa con la cual me gano el pan de cada día y la encontró sobre los libros que algún día fueron mi pan de cada día.

Y ahí en ese momento me entra la nostalgia de a ver abandonado mis estudios, mis libros y un futuro con propósito.

Por mi familia, por sus necesidades y por el simple hecho de que perezcan y quedar con un remordimiento en el alma por haberlos abandonada y nunca haberlos ayudado.

Y es así como me manipulan, como todos me toman y me usan para luego me avientan al olvido y así en tiempos de necesidad sacarme de su baúl de muñecas y títeres.

Por esa razón no me asombro de aquellos dueños de mi corazón que igual juegan con mi amor y con mis emociones.

Pues de tal manera te acostumbras a esas decepciones ¡chale! “más patética no me puedo poner”.

Y entre cenas y regalos escucho de mi familia “es una hija buena viera como trabajo para darnos todo” y luego fallo en algo y escucho como resuena en mis oídos y en mi corazón “sos una mierda como que ya no tenes dinero”… ¡puta! pos que no ahorras.”

Y mientras busco mis converse negros los cuales me han acompañado fielmente por tres años en mis aventuras por la vida.

Encuentro un trazo lindo de mi vida unos poemas, unas letras que me llenaron de un sin fin de emociones algún día.

Pero luego los guardo en su lugar acordándome que en mi vida no hay tiempo para estar con ilusiones tontas y sueños patéticos.

En fin termino de arreglar me tomo el elixir de fortaleza ja ja ja un café bien cargado y salgo a la luz del día a seguir mi vida cotidiana… mi vida estresada.