jueves, 16 de octubre de 2008

Amante del mar



El zumbido del mar me llama y mi cuerpo va hacia el hipnotizado.

Poco a poco su agua me empapa y en el frio de su agua siento sus caricias y sus besos.

Y así es como me entrego al mar despojándome de todo, dejándome seducir por su aroma y por su frescura.

Aunque las olas sean como manos bruscas contra mi cuerpo, no siento miedo más aun en el ciento calma y tranquilidad.

El mar me habla y me aconseja aseguro poder escuchar en el viento de su respiración “olvida” y “solo déjate llevar.”

El mar me ama y me enloquece en el siento el placer mas divino de poder navegar en él como un pez libre, aun mejor como una mujer libre de todo lo cotidiano de la vida.

Cada parte de mi cuerpo se eriza al sentir el frio de su toque, mi espalda se expande y mis piernas se abren invitándolo a que sea adueñe de mi.

Mientras mis labios saborean un poco de él y es algo exquisito el sabor salado que deja en mi boca.

Y todo termina con una triste despedida a la luz de la luna y aunque es imposible escaparme de él, lo logro llegando a la orilla del mar y a la puerta de su cuarto.


Y con un beso le digo adiós jurándole regresar mientras el mar con el rugido de las olas me contesta “aquí te espero mi sirena”

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