Los libros me cautivaron de ideas y de ilusiones y así igual mi espíritu a alimentaron.
Para mi escribir se convirtió en una puerta hacia otro mundo y más aun un lugar especial.
Me enamore de las letras en ellas aprendí a soñar, letras que despertaron mi alma y acarician mi cuerpo.
Cada noche deleito en mi pluma y papel para sonar a través de mis letras y llenarme de ellas.
Pues ellas son mi terapia, mi vida y en ellas existo, en si en ellas experimento el placer más puro.
En el hondo de mis versos puedo encontrarme, encontrar a esa mujer risueña que a través de
sus versos se siente útil y viva.
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