
En noches como estas la lluvia cae como mar y voz del cielo; a lo lejos cada gota resuena como piano en vuelo.
Las estrellas se adueñan de los cielos y la luna deja caer su velo, para que empiecen los sueños.
Y es ahí en donde el deseo se une al anhelo de tener entre mis brazos de nuevo, para poder decirte cuanto te amo y te quiero.
Decirte que mi piel aun respira el aliento de tus besos y que mis manos aun sienten la firmeza de la tuyas.
Que en las mañanas juro poder oír a lejos el ego de tus ronquidos, y la forma en que te levantabas mientras buscabas tu polo preferido del color azul marino.
Pero dime ¿Que hago con mis días?, ¿Que hago con mis noches? Y ¿Que hago con tu esencia que se aferra a la mía?
Porque desde ese adiós mi vida no es la misma, pues en amarte tanto deje de vivirla.
Así que en esta despedida con todas mis heridas ya reducidas, te deseo lo mejor y que en otra persona si encuentres el amor.